miércoles, 25 de noviembre de 2015

El cerebro adicto

El cerebro adicto
¿Qué es una adicción?
Es una enfermedad del cerebro primaria, crónica, que involucra las estructuras de recompensa, motivación, memoria y los circuitos neuronales relacionados. La disfunción de esos circuitos lleva a manifestaciones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales características. Esto se refleja en una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas (American Society of Adiccition Medicine, 2011).
Hoy en día la adicción a diferentes sustancias se ha convertido en un gran problema en nuestro país, y en otras partes del mundo. Influyen diferentes factores variables como biológicos, psicológicos y sociales.
Es necesario considerar a este fenómeno no como una debilidad de las personas que lo padecen, si no como una enfermedad que altera el funcionamiento cerebral, que impide la correcta toma de decisiones que debilita el control de impulsos y potencia las respuestas automáticas, especialmente las relacionadas con el consumo de sustancias u otras conductas adictivas.
En México las drogas más comunes por las personas son:
Son el tabaco y alcohol, por su fácil acceso y relativo bajo costo.
Según la Organización de la naciones unidas, el año pasado alrededor de 180 millones de personas eran adictas a las drogas ilegales, lo que suponía el 4,2% de la población mundial, la mayor parte son adictos al cannabis o a sus derivados (144 millones) 29 millones a las anfetaminas, 14 a la cocaína y alrededor de 13,5 a los opiáceos de esos casi 9 a la heroína.
El alcohol etílico o etanol es un ingrediente intoxicante que se encuentra en la cerveza, el vino y el licor. El alcohol se produce a través de la fermentación de la levadura, las azúcares y los almidones. Es un depresor del sistema nervioso central que se absorbe rápidamente en el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo.
La dependencia del alcohol es una enfermedad que se puede diagnosticar, y que se caracteriza  por un deseo fuerte por el alcohol y su uso continuado a pesar de las consecuencias nocivas para la persona. El abuso del alcohol, que puede llevar al alcoholismo, es un patrón de consumo que resulta en un deterioro de la salud, de las relaciones interpersonales o de la capacidad de trabajar.
Los cigarrillos y otras formas de tabaco, incluyendo los cigarros o puros, el tabaco de pipa, el tabaco en polvo o rapé y el tabaco de mascar, contienen nicotina, una droga adictiva. La nicotina se absorbe fácilmente en la corriente sanguínea al mascar, inhalar o fumar un producto de tabaco. Un fumador típico inhala 10 veces en el lapso de 5 minutos que el cigarrillo está encendido. De tal manera, una persona que fuma una cajetilla (25 cigarrillos) al día, recibe 250 inhalaciones de nicotina cada día. Una vez que la nicotina entra en la corriente sanguínea, inmediatamente estimula las glándulas suprarrenales las que liberan la hormona adrenalina. La adrenalina estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, la respiración y la frecuencia cardíaca.
Al igual que otras drogas adictivas como la cocaína y la heroína, la nicotina aumenta los niveles de los neurotransmisores de dopamina, los cuales afectan los circuitos de gratificación y placer del cerebro. Los estudios sugieren que el humo de tabaco contiene compuestos adicionales, como el acetaldehído, que pueden aumentar los efectos de la nicotina en el cerebro. Cuando una persona adicta a la nicotina trata de dejar el hábito, pasa por los síntomas del síndrome de abstinencia, entre ellos, irritabilidad, dificultad para prestar atención, perturbaciones en el sueño, aumento de apetito y un deseo vehemente por el tabaco.
Todas las drogas que pueden provocar dependencia, tienen una característica común: aumentan la cantidad de dopamina disponible en una determinada zona del cerebro  llamado sistema de recompensa.
Una droga cuya estructura molecular se parezca a una sustancia producida de forma natural por el organismo, puede ocupar su lugar en los receptores específicos que el cerebro tiene para tal sustancia.
Además están los productos lícitos: son prescritos por un médico para tratar estados de ansiedad, problemas de sueño o de depresión, dolores fuertes ocasionados por graves accidentes; su producción y su uso están estrictamente controlados. No obstante, su uso inadecuado y la auto medicación son frecuentes.
El consumo de drogas por los adolescentes constituye en la actualidad un problema de salud pública debido al elevado consumo de algunas sustancias, al creciente aumento de otras, como la cocaína, al inicio en edades muy precoces y a las consecuencias físicas, psicológicas y sociales para la vida actual y futura del joven.
El alcohol sigue siendo la droga de elección para la intoxicación, el consumo de marihuana sigue aumentando así como el de cocaína, el uso de alucinógenos es algo menor que en décadas previas, los estimulantes continúan su popularidad particularmente en forma de éxtasis, el uso del tabaco ha adquirido unos niveles importantes a pesar del acuerdo de disminuir la publicidad a la juventud por parte de las compañías tabacaleras y continúa el abuso de los inhalan tes particularmente en los jóvenes adolescentes.
Hay que saber actuar, reaccionar, ayudar y recibir ayuda cuando se trata de un problema de adicción.
La adolescencia es un período de evolución particularmente importante, el cambio no cesa al entrar en la vida adulta.
El uso, el abuso y la dependencia conciernen mucho más a los adultos que a los adolescentes o a los jóvenes. Pero la mayoría de los consumos problemáticos comienzan antes de los 20 años.
¿Por qué elegí este tema?
Soy una adolescente tengo 22 años y realmente no consumo nada de alcohol y tampoco soy fumadora de tabaco. Me intereso este tema porque ahora los adolescentes empiezan desde muy temprano a consumir estos tipos de drogas, que se puede llegar a ser una adicción. Al escribir este ensayo, me gustaría que muchos jóvenes se pusieran a leer muchísimo mas sobre estos tipos de adiciones.
¿De dónde partiste para empezar a escribir?
Mi texto está basado en la lectura del artículo “Cerebro adicto” de Verónica Guerrero Mothelet para la revista ¿Cómo ves?; Revista de divulgación científica de la UNAM
Al escribir mi texto lo hice desde el punto de vista de ver a las adicciones como enfermedad y no como mal moral.





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